Luego de varias iteraciones, fuimos afinando la comunicación y el uso de términos adecuados para que todo el flujo sea intuitivo para el usuario. El resultado fue un flujo de cotización de 4 pasos que, con ayuda del motor de riesgos, no solo te simula lo que habías pedido, sino que, además, muestra opciones sugeridas que pueden ser más útiles al usuario final.
En cuanto al flujo de aprobación para los clientes internos, se consideraron todos los casos mapeados en los flujos de interacción para cada rol. El resultado fue tener una visión clara de cómo funciona el proceso para cada rol, y como se integran para ayudar al usuario a saber el estado del desembolso de su crédito.
De esta manera, para el usuario final solicitar un crédito hipotecario se vuelve en un proceso muy sencillo y para el usuario interne se convierte en un workflow entendible, intuitivo que les impacta mucho en el buen uso de su tiempo. Lo que también beneficia al usuario final, ya que, todo se resuelve mucho más rápido para ellos.
Para el negocio fue bastante bueno lograr ventas a los primeros días de la salida a producción. Lamentablemente, no me pude quedar a ver madurar el producto.